
Nuestro lugar en el universo
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Nuestro mundo, la Tierra, es minúsculo comparado con el Universo. Formamos parte del Sistema Solar, perdido en un brazo de una galaxia que tiene 100.000 millones de estrellas, pero sólo es una entre los centenares de miles de millones de galaxias que forman el Universo.
La visión geocéntrica

Según dicho modelo, el Universo está constituido por la Tierra, inmóvil y situada en su centro, el Sol y la Luna y cinco "estrellas errantes" que giraban a su alrededor, y un cielo de "estrellas fijas", además de otros cuerpos que aparecían ocasionalmente (por ejemplo los cometas). Las estrellas errantes corresponden, evidentemente, a los planetas. De acuerdo con los ideales de perfección que debían ser reflejados por el Universo, los movimientos de todos estos cuerpos eran perfectamente circulares.
Visión heliocéntrica por Copérnico

A pesar de que el modelo ptolemaico se ajustaba bastante bien a las condiciones tanto de validez de los datos como de contexto científico, resultaba bastante claro que los epiciclos eran artificiosos. Copérnico proponía eliminarlos, para lo cual era necesario que los planetas, incluyendo la Tierra, giraran alrededor del
del Sol. Los puntos fundamentales del modelo propuesto por Copérnico eran los siguientes:
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Los movimientos celestes son uniformes, eternos y circulares, o compuestos de varios círculos.
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El centro del Universo se encuentra cerca del Sol
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Alrededor del Sol giran, en orden de distancia, Mercurio, Venus, la Tierra y la Luna, Marte, Júpiter y Saturno.
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Las estrellas son objetos lejanos que permanecen fijos.
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La Tierra tiene tres movimientos: la rotación diaria, la revolución anual y la inclinación anual de su eje.
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Los planetas no tienen movimiento retrógrado. Éste es aparente, y es explicado por el movimiento de la Tierra.
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La distancia de la Tierra al Sol es pequeña, en comparación con la distancia a las estrellas.

